Más de 100 ejemplares de trucha común y cangrejo señal aparecieron muertos en la zona de Briviesca. La obstrucción de uno de los colectores de aguas residuales provocó que estas rebosaran, vertiéndose en un arroyo tributario del Oca
El Seprona de la Guardia Civil de Burgos abría una investigación, ante la aparición, durante la tarde del pasado domingo 19 de agosto, de más de 100 ejemplares de trucha común (Salmo trutta fario) y cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus) muertos en las aguas del río Oca, a su paso por la población de Briviesca.
Un vecino comunicaba a la Guardia Civil la aparición de peces muertos en el cauce del río. Una Patrulla del Seprona se trasladó hasta el lugar, verificando la mortandad de la fauna piscícola citada, que se extendía por un tramo de 4 kilómetros de río.
El fuerte hedor en la zona, característico de aguas fecales, y la presencia de lodos y fangos sedimentados, arrastrados por la corriente, hizo sospechar de un posible vertido. Inspeccionado el tramo superior del río se localizó el foco, procedente de un colector de la red de saneamiento municipal que recibe las aguas residuales de uno de los barrios de la población. Éstas habían rebosado al quedarse atascado la canalización, vertiéndose en un canal que encauza las aguas de un arroyo, que tributa a su vez en el río Oca.
El atasco se había producido como consecuencia de la acumulación de material sólido no orgánico procedente de los retretes de las viviendas, que formaba un tapón impidiendo el libre fluido de las aguas.
Personal del propio Ayuntamiento retiró las especies muertas, colaborando con la empresa encargada del mantenimiento y saneamiento de la red en el desatasco del colector afectado. No se han vuelto a detectar contaminación ni ha aparecido fauna del río muerta.
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