Los incendios originados en los términos municipales de Villagonzalo-Pedernales, Villahoz, Villalbilla, Pedrosa de Muñó, son solo algunos de los ejemplos de municipios que en los últimos días han sido pasto de las llamas como consecuencia de la actividad de cosechadoras de cereal en un año especialmente seco en la provincia de Burgos.
La Delegación Territorial de la Junta advierte que las cosechadoras deben disponer de un adecuado mantenimiento periódico para evitar chispas por defectos en sus sistemas eléctricos o por rozamiento entre piezas de la maquinaria. Asimismo, alerta de que el maquinista no debe bajar demasiado el peine de corte para evitar generar chispas por choques contra piedras.
La institución regional recuerda que existen una serie de medidas básicas de prevención que deben tenerse en cuenta durante la cosecha, como la de disponer de una persona fuera de la máquina que pueda alertar rápidamente de una chispa y la de disponer de medios adecuados para poder controlar el fuego en sus inicios, en especial un tractor con gradas a pie de parcela.
La Orden de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente que regula el uso de maquinaria en época de alto peligro de incendio para el año 2012 prohíbe el uso de cosechadoras a menos de 400 metros de terrenos forestales arbolados o desarbolados cuando la temperatura sea superior a 30 grados y la velocidad del aire superior a 30 km/hora. El incumplimiento de estas normas puede dar lugar a cuantiosas indemnizaciones a pagar por el dueño de la cosechadora o de la finca cosechada, debido al elevado coste de los medios de extinción aéreos o terrestres movilizados por las administraciones.
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