Roberto Alonso calificaba como de éxito la Noche Blanca en lo referente a tiempo y participación y de fracaso en lo referente programación. Para Alonso, el verdadero éxito es que "salgamos a la calle y nos enseñemos unos a otros lo que es Burgos", lo que se hace, los distintos espacios, que conozcamos la ciudad.
El éxito de la Noche Blaca ha sido el tiempo, que animó a salir a los burgaleses a la calle y disfrutar de la ciudad. Además, según Alonso, queda demostrado que se puede hacer lo mismo con mucho menos dinero, y llega a la conclusión que "o se ha tirado el dinero o estamos en la senda acerada", cuestión esta última acertada, según Alonso.
Por su parte, Javier Lacalle hacía una valoración muy positiva de la Noche Blanca, con un índice de participación muy elevado por parte de los burgaleses, que acudieron a las citas, eventos y visitas programadas de forma masiva y disfrutaron de ellas. Lacalle atribuía el mérito a todos los que en ella han participado, que lo sienten como un proyecto propio de ciudad perfectamente consolidado tras cinco ediciones.
En cuanto a los datos, Lacalle considera "frivolo" hablar de cifras, ya que sólo se podrían valorar con números reales las entradas a museos, y espacios que tenían planificadas visitas para esa noche, aunque queda claro que la Noche Blanca queda consolidada y es una cita que muchos burgaleses y visitantes esperan y anotan en sus calendarios.
También queda claro que se pueden hacer muchas cosas con un menor presupuesto, ya que en esta edición se ha contado con un presupuesto muy inferior a ediciones anteriores aunque se ha mantenido la calidad.
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