El Partido Castellano, PCAS-Burgos, ha presentado una serie de alegaciones para solicitar que se frene el proceso de renovación de la licencia de explotación de la Central de Santa María de Garoña ideada por el Gobierno de Rajoy.
A juicio de los castellanistas ?Garoña representa el pasado, es una de las instalaciones nucleares más viejas de Europa, idéntica a la unidad 1 de Fukushima, causante de uno de los peores accidentes nucleares de la Historia y supone sólo una producción inferior al 1,2% del sistema eléctrico español, además no asegura la dependencia energética de España pues el 100% del combustible de uranio que utiliza Garoña y las demás centrales nucleares instaladas en España
procede del extranjero.
Sin embargo al tiempo que se solicita el cierre de esta obsoleta central Nuclear, el PCAS emplaza al Gobierno Central a retomar las inversiones previstas en el ?Plan Garoña? y el Plan Reindus en el norte de la provincia de Burgos. La instalación nuclear ha frenado durante años el desarrollo de otros sectores económicos en la comarca, como son la modernización y mejora de la rentabilidad de las empresas del sector agropecuario centradas en los productos de calidad, la creación de industrias en los sectores de las nuevas tecnologías y las energías renovables, y la potenciación de un sector turístico de primer nivel, que utilice como vectores el extraordinario Patrimonio Cultural y Natural de las comarcas del norte de Burgos.
Para los castellanistas el suprimir el Reindus de Garoña "es un duro golpe para crear un tejido productivo al margen de la nuclear. La no concesión del Reindus frena los planes de desarrollo industrial incluso en Miranda de Ebro (Burgos) y su comarca, además de generar un agravio comparativo, pues Rajoy, si mantiene este tipo de ayudas en otras zonas del Estado. La decisión del Gobierno de Rajoy, con el silencio cómplice de Juan Vicente Herrera deja en la estacada a una veintena de proyectos ya iniciados en la comarca, más otros tantos que estaban cerca de iniciarse, quedan definitivamente en suspenso y con muy pocas posibilidades de salir adelante.
El PCAS reclama al Gobierno un mayor esfuerzo presupuestario así como un compromiso real y activo y directo en la creación de empleo y de actividad económica en las Comarcas del norte de Burgos, siendo imprescindible mantener el Plan Reindus y alternativas de creación de empleo y dinamización económica que compensen el cierre de la Central que llegará tarde o temprano.
El Partido Castellano critica además las declaraciones de la Consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, en las que afirmaba que el impuesto anunciado en su día a la energía nuclear irá "con calma"; en esta situación de gravísima crisis económica resulta vergonzoso que se apoye de manera tan descarada la energía nuclear, en detrimento de otras que crean un mayor número de empleos, son más sostenibles y prácticamente inocuas.
Para los castellanistas todavía hay margen de maniobra para crear un Plan de cara al cierre de Garoña. El desmantelamiento de una central dura entre 5 y 10 años. Además su cierre genera más empleo, que durante el funcionamiento habitual, en el caso de la central de Zorita, más del 90% del personal con el que contaba la planta ha continuado trabajando durante el proceso de desmantelamiento.
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