Ver noticia


La tradición atribuye a Burgos la fama de ser el lugar natal de San Julián, el año 1128. Aquí desde luego aprendió sus primeras letras y predicó entre el pueblo hasta que fue ordenado obispo de Cuenca. En el fervor popular quedó para siempre como el padre de los pobres y un infatigable evangelizador.

Es sin embargo desde el año 1600 cuando se le celebra en Burgos, pues con ocasión de una peste la corporación municipal solicita licencia del entonces papa, Clemente VIII, para interceder ante el santo por la salud de los burgaleses.

Desde entonces la ciudad ha venido cumpliendo con el voto, en la persona de su alcalde, todos los años. Juan Carlos Aparicio se refirió a esta costumbre como ?una hermosísima tradición en agradecimiento a san Julián que en el barrio se celebra con alegría como una de sus señas de identidad?. Aparicio destacó la necesidad de recuperar esas señas propias de cada uno de los barrios. Del personaje destaca que ?fue más conocido fuera de Burgos que en la propia ciudad, lo que sucede en muchos casos?.

Tras la misa los asistentes realizaron una pequeña procesión y veneraron la reliquia del obispo.

 

 

 

 

Autor
Publicado en: Burgos
| E-mail | Enlace |

Portada    Burgos    Deportes    Fotos    Pueblos    de Tapas    Entrevistas    Videos    Hemeroteca    Contactar
Copyright 2009 viernes, 10 de mayo de 2024    Declaración de Privacidad  Términos de Uso
 
Web Analytics