"HOY POR MÍ, MAÑANA POR TÍ POR UN BURGOS SIN DOLOR". Con este lema, la Asociación de Fibromialgia y Astenia Crónica Burgalesa,Afibur, está realizando una campaña de recogida de firmas desde el pasado 27 de septiembre para conseguir que sus tratamientos se realicen en el nuevo Hospital Universitario de Burgos como vienen haciendo en la Unidad del Dolor de León. Desde Afibur se aclara que no se está en contra de los profesionales de la capital leonesa, sino de los 240 kilómetros que los pacientes deben recorrer para recibir sus tratamientos. La campaña de recogida de firmas comenzó el pasado 27 de septiembre y contonuará "aunque el Hospital de Burgos nos lo deniegue y nos siga enviando fuera de Burgos a realizar nuestro tratamiento como vienen haciendo en la Unidad del dolor de León, hasta el día de hoy".
Aunque la asociación reconoce que hay más enfermos con dolor crónico en Burgos que se podrían tratar en la Unidad de Dolor, si que solicitan que al menos se ponga un servicio en marcha que evite estos desplazamiento hasta que un equipo multidisciplinar pueda comenzar a funcionar en el nuevo Hospital cuando las condiciones económicas lo permitan.
Desde Afibur, agradecen y felicitan el apoyo de Burgos, capital y provincia e "incluso turistas" , que han tenido la gentileza de colaborar con sus firmas para que la Unidad del Dolor del Hospital Universitario de Burgos sea una realidad ya.
La aceptación del tratamiento del dolor como un derecho para todos los ciudadanos, es un reto por el que las asociaciones de afectados y estamentos médicos luchan. La escasez de Unidades de Tratamiento del Dolor Multidisciplinares es una realidad, y la Sociedad Española del Dolor está promoviendo una campaña para que existan Unidades de Dolor en todos los hospitales españoles y se implanten sistemas de coordinación con las Unidades de Atención Primaria que permitan que el tratamiento del dolor constituido como derecho del ciudadano pueda ser ejercido adecuadamente. "Hay que cambiar nuestra actitud y empezar a reivindicar el tratamiento del dolor como un derecho inalienable de la persona y por tanto como un deber que debe prestar el Sistema Sanitario en su conjunto y los médicos y resto de personal sanitario, específicamente".
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