La reunión del Consejo de la Gerencia de Fomento ha aprobado en la mañana de hoy los pliegos para el desarrollo de dos proyectos: la remodelación de diversas calles de la zona sur y el acondicionamiento de la ribera del Arlanzón. Tras esta reunión, Antonio Fernández Santos criticaba que el Equipo de Gobierno Municipal continúe derrochando dinero, en algunas de sus actuaciones. Según Fernández Santos "nadie está dispuesto a rebajar sus presupuestos", por lo que la contención del gasto no será posible. Otro punto que ha reseñado el concejal del Grupo Socialista es el control en los gastos de personal. Fernandez Santos criticaba que esta partida no se contiene, pudiendo hacerse con el personal laboral o los contratos no definitivos.
En el Consejo de la Gerencia de Fomento se ha aprobado la remodelación de calles muy degradadas de la zona sur, algunas de ellas, sin actuaciones desde hace más de 50 años con aceras de cemento. En este punto, Fernández Santos manifestaba el acurdo del Grupo Municipal Socialista, aunque discrepaba en la actuación en la ribera del río Arlanzón, ya que el Ayuntamiento no contrata la finalización de la obra no concluida por la empresa Tebycon en el puente Castilla, con un importe de 237.000 euros, sino que opta por un nuevo proyecto, que adecentará las márgenes del Arlanzón, y cuyo presupuesto es de 1,4 millones de euros. Fernández Santos crítica el derroche en una situación económica complicada para una actuación no necesaria. Así mismo, la crítica de Fernández Santos va dirigida al pago de facturas mediante reconocimientos extrajudiciales de crédito por no estar presupuestadas o por encargos sin autorización de crédito.
Otro punto tratado por el concejal socialista, ha sido el trato de favor que, en palabras de Fernández Santos, recibe la Fundación de Derechos Civiles, en su gestión de la Oficina de la Vivenda. Esta ONG, realiza esta gestión desde 2005, recibiendo 120.000 euros anuales para su labor. El contrato era de un año con la posibilidad de otro de prorroga. En este contrato se pagan además de los salarios de sus cuatro empleados, dietas, gastos de desplazamiento y manutención, así como servicios de hostelería de dos de sus empleados que viven en León. Las cantidades no son elevadas, pero para Fernández Santos es significativo.
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