Roberto Alonso, Presiente de la FAE, ha presentado el balance de actividades de la federación en el año 2010, con una valoración pesimista para 2011, que en palabras de Alonso se presenta duro.
FAE ha realizado más de un centenar de actividades institucionales, 66 jornadas gratuitas diferentes de interés para las empresas, con temas jurídicos, administrativos, medio ambiente o protección y prevención de riesgos. Se han realizado un 32% más que en 2009. Además se han realizado 85 cursos en los que han participado 1441 alumnos, un 10,76 de cursos y un 12% más de alumnos.
En cuanto a los objetivos y proyectos para 2011, son varias las propuestas a realizar. El proyecto Lanzaindustria II promueve la creación de puestos de trabajo en la zona de influencia de la central de Garoña, concretamente 150 empleos, aunque en palabras de Roberto Alonso, insuficientes para paliar la pérdida de empleo que se producirá con el cierre de la central.
El Proyecto Contrato de Relevo en las Empresas de la Zona Urban, pretende que todos aquellos negocios y empresas que por jubilación o cese de la actividad tiendan a desaparecer en la Zona Urban, continúen con nuevos profesionales que se hagan cargo de un negocio en marcha y con clientela. El premio FAE en I+D+i para micropymes o pymes, la creación de la Fundación para la Creación y Mantenimiento de Puestos de trabajo en Burgos, el sello OGECÓN o la constitución de una Comisión para la Morosidad, son otras de las actuaciones que desarrollarán desde FAE.
Roberto Alonso ha hecho un balance de la situación actual y las perspectivas de la economía en los próximos años. El 2011 va a ser un mal año, aunque según Alonso, se espera tocar suelo, y llegar a los peores números de paro, agrabando la situación los recortes de las ayudas sociales."No existen indicadores suficientea para poner algo distinto". Volver a las cifras de empleo de 2007 es muy complicado, aunque " se está más cerca del acercamiento entre Gobierno y Oposición en diversos campos".
A FAE sólo le resta seguir trabajando para conseguir que las empresas en general y los autónomos, Pymes y Micropymes en particular consigan mantenerse y no se vean obligadas a cerrar ante la dureza de la situación económica actual, aunque Alonso no es muy optimista y augura los próximos 5 años como de "supervivencia".
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