Los Agentes han observado últimamente a cazadores colocados en puestos con armas y munición de caza mayor fuera de los acotados de caza donde tienen autorizada la correspondiente batida, cubriendo zonas en acotados colindantes donde no existe autorización administrativa para practicar dicha actividad.
Según los casos, a estos cazadores u organizadores de las batidas de caza mayor que cometen irregularidades se les ha denunciado, en base a la autoría o responsabilidad de los mismos en alguna de las batidas o por entrar en cotos colindantes. La Administración está instruyendo expedientes, entre otros, a los gestores de caza de los cotos de Abajas, Pesquera de Ebro, Bustillo del Páramo, Citores del Páramo, San Mames de Abar y Nogales de Riopisuerga, este último de la provincia de Palencia, en la que sorprendieron a cinco cazadores que se habían introducido en el término de Rebolledillo de la Orden de la provincia de Burgos.
La Administración hace recomendaciones para que no se vuelvan a repetir este tipo de actos que afectan a la seguridad de las cacerías para los usuarios y personas ajenas a ellas.
Esta práctica ilegal vulnera lo establecido en la normativa de la Ley de Caza que determina que en las monterías debe de conocerse, previamente a su autorización, el día y la mancha autorizada para su celebración, teniendo que informar a los ayuntamientos afectados con antelación para el común conocimiento público de todas las personas que pudieran transitar por esos lugares el día de la cacería.
Ocurre que, si las líneas de tiro de los cazadores no están colocadas en los lugares correctos, las persona que transitan por terrenos no autorizados para una batida de caza mayor, no se entera de que se están ?metiendo? dentro de ella.
También han constatado los Agentes encargados de la inspección de cacerías de caza mayor, que las cuadrillas de caza en general sí que están cumpliendo adecuadamente la normativa en materia de seguridad respecto a la utilización de los chalecos o ropa llamativa que deben llevar lo cazadores u ojeadores participantes en las cacerías, así como la colocación de señales de aviso de batida en los accesos a la zona en la que se celebran dichas monterías
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