Los jardines que se encuentran en la entrada del Museo de la Evolución Humana, no es un jardín al uso sino una recreación de la Sierra de Atapuerca, por lo que aunque se cuide, el aspecto nunca será el de un jardín convencional.
Javier Lacalle ha manifestado que el Ayuntamiento de Burgos pedirá a los responsables del Museo de la Evolución Humana que coloquen paneles explicativos o bien, que se los permitan colocar al Ayuntamiento, que indiquen la naturaleza del jardín, explicando que es una recreación de la Sierra de Atapuerca diseñado por el arquitecto Juan Navarro Baldeweg. Los accesos al Museo están precedidos por un Jardín que evoluciona con las estaciones, y que intenta recrear toda la vegetación de la sierra, lo que le da un aspecto de campo que oco tiene que ver con los jardines al uso. Lacalle quiere evitar la mala sensación que se puedan llevar los visitantes del Museo al ver la recreación sin una explicación. La sensación de espacio verde sin acondicionar y con falta de cuidados es la sensción que se llevan muchos turistas y burgaleses cuando observan este espacio, que para muchos debería tener otro aspecto en la entrada de un edificio en el que se ha realizado una gran inversión. Aunque el mantenimiento es tarea del Ayuntamiento, es Juan Navarro el que debe marcar las pautas para su mantenimiento. Este verano nos preguntábamos, si el cereal que crecía ante el museo requería o no cosecha. La recolección del cereal no llegó y parece que lo que si lo hizo, fue la maleza que en todo campo crece irremediablemente.
Si es cierto que con las explicaciones oportunas, este "jardín" puede tener su razón de ser, comprensible para algunos e incomprensibles para otros.
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