Los apicultores celebran la X edición de la Feria de la Miel muy preocupados por la mala gestión de la trashumancia. Señalan que la sequía está acusando gravemente la polinización de las abejas.
La localidad de Espinosa de los Monteros acoge el sábado 12 de agosto la X edición de la Feria de la Miel y el XI Concurso de Mieles. La villa acogerá también durante ese mismo sábado y el domingo 13 de agosto unas jornadas gastronómicas de la miel en las que participarán nueve bares y restaurantes locales.
La feria dará comienzo a las 11:00 horas de la mañana y terminará a las 20:00 horas de la tarde. En ella se darán cita productores de miel donde podrán vender este “apreciado” producto y varios productores gastronómicos de la zona. Durante todo el día se llevarán a cabo diferentes actividades como talleres infantiles de manualidades con temática apícola, creación de velas, concurso de postres con miel, conferencia sobre la enjambrazón, etc.
Este año serán nueve los bares y restaurantes de la villa los que participarán en las jornadas gastronómicas de la miel el 12 y 13 de agosto. Los visitantes podrán degustar pinchos y platos donde estará presente la miel de Brezo.
A la par, se celebrará el XI Concurso de Mieles que, como cada edición, contará con dos categorías, una para aficionados y otra para profesionales. Para esta última categoría, ha explicado la Vicepresidenta de la Asociación de Apicultores de Burgos, Yolanda Martínez, será imprescindible poseer tanto el registro apícola como el sanitario para poder participar.
La miel es producto muy “apreciado” que cuenta con una larga tradición en las Merindades y al que cada vez se suman más productores en Cornisa Cantábrica debido a la mala gestión de la trashumancia. Con la feria, los apicultores de la zona quieren dar visibilidad al grave problema meteorológico de este último año que acarreará una “nefasta” producción debido a la acusada sequía sufrida en primavera y lo que va de verano.
Al hilo de estas declaraciones, Martínez ha lamentado esta situación añadiendo que la abeja está abocada a extinguirse si las condiciones meteorológicas continúan así, lo que acarrearía consecuencias graves como la desaparición de la dieta mediterránea.
Autor: David Ibáñez
