La procuradora burgalesa plantea un Plan de Desarrollo para la zona y el impulso de las renovables
La procuradora socialista por Burgos Virginia Jiménez denunció hoy el “carácter desnaturalizado” del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ante el “traje a medida” confeccionado a través de un reciente informe para justificar la prórroga de 17 años que llevaría la central nuclear de Santa María de Garoña a los 60 años de vida.
En el debate producido en el Pleno de las Cortes, la procuradora burgalesa mostró el rechazo del PSOE a la continuidad de un central “construida para 40 años de vida útil” cuando la media del parque nuclear es de 36 años. En cuanto al papel del CSN, dijo, “hace tiempo que hay voces que reclaman una mayor independencia de los técnicos a la hora de proponer los dictámenes”.
La oposición a la continuidad de la central se debe, en primer lugar, a que “hay que anteponer siempre la seguridad y la salud de las personas a los intereses económicos”. “Es muy importante mantener el tejido económico y empresarial, pero no a cualquier precio”, mantuvo Jiménez. Y, en segundo lugar, por la defensa de la “generación de energía renovable como fórmula para garantizar mejor esa seguridad”.
Por eso, abogó por trabajar en dos líneas: la elaboración de un plan de desarrollo socioeconómico en el entorno de Garoña y el “impulso decidido” de las energías renovables. “El entorno de Garoña es una zona muy poco poblada y la presencia de la central ha sido un freno constante para la aparición de otras actividades”, aseguró la procuradora burgalesa.
Por otra parte, y en respuesta a algunos grupos parlamentarios, recordó que fue un Gobierno socialista “el que aprobó el cierre de la central en cumplimiento del compromiso adoptado por el partido”.
No dejó de mencionar la oferta de trueque por parte de Rajoy al PNV de cerrar la central nuclear a cambio de respaldar sus Presupuestos Generales del Estado. “Tendrán que explicarnos eso”, advirtió Jiménez.
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