La utilización de estos reclamos provoca movimientos antinaturales de las poblaciones cinegéticas, ocasionando su escasez en los cotos que no emplean estas técnicas.
Agentes y celadores del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León han detectado en los últimos meses la existencia de atrayentes prohibidos en varios cotos de la provincia de Burgos, entre los que se encuentran San Andrés de Montearados, Villamiel de la Sierra, Cilleruelo de Arriba, Quintanalara, Quemada, La Nuez de Arriba y La Piedra.
La utilización de señuelos prohibidos genera desplazamientos irregulares de los animales en los cotos de caza, que. buscando estas sustancias, provocan la escasez de población en los acotados cercanos que no realizan estas prácticas.
Estos movimientos innecesarios de fauna aumentan el riesgo de accidentes de tráfico, ya que atraviesan vías de comunicación, al tiempo que ocasionan daños en cultivos colindantes.
La normativa vigente permite la utilización de atrayentes en forma de aportes alimenticios naturales, como pueden ser el maíz o los cereales, pero siempre bajo previa autorización del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta. Sin embargo, la utilización de estos reclamos formados por sustancias artificiales como hidrocarburos está prohibida.
El empleo de estos hidrocarburos es especialmente grave, puesto que contribuyen a la contaminación del subsuelo y de los cursos de agua mediante su vertido al medio natural.
Por ese motivo solo deben utilizarse atrayentes naturales bajo la previa autorización de la Junta. La detección de estas prácticas por agentes medioambientales provoca la suspensión de las monterías o actividad cinegética, acompañada de las correspondientes sanciones en materia de caza y en su caso de residuos.
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