La diputada Esther Peña lamenta que esta opacidad “le está costando muy cara a la provincia” y exige al PP que abandone la sumisión a las eléctricas
La diputada nacional y secretaria general del PSOE de Burgos, Esther Peña, denuncia el “secretismo” en el que sigue instalado el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear, (CSN), Fernando Marti, en cuanto a la tramitación y expedientes relativos a la solicitud de prolongación de la vida útil de Garoña hasta 2031.
Para Peña, la comparecencia de Marti en la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados evidencia la opacidad con la que está actuando, “ya que se ha extendido en un balance de actividad que se encuentra ya en la página web del CSN, en lugar de responder a nuestras preguntas”. Recuerda que esta Comisión ya se pronunció en contra de la reapertura de la planta burgalesa y advierte al PP de la posibilidad de que “una vez más, el desestimiento de la iniciativa privada ante la oposición mayoritaria le deje con las vergüenzas al aire, como le ha ocurrido con el fracking”.
Marti apenas ha dedicado unos minutos en una comparecencia de más de tres horas a la situación concreta de la central nuclear de Santa María de Garoña. Insiste en que el CSN se encuentra a la espera de que su titular implemente las medidas de seguridad imprescindibles para su reapertura, antes de emitir el informe definitivo sobre esta solicitud, previsto para finales de este mismo año.
Las explicaciones del responsable del CSN resultan “preocupantes”, según la parlamentaria burgalesa, puesto que ponen en tela de juicio la independencia de este organismo desde que lo preside Marti. Además, le acusa de “hurtar al debate de esta Comisión decisiones políticas trascendentales para el futuro energético de este país, como es el impulso a una nueva regulación, pionera en España, tendente a la ampliación de la vida útil de las centrales nucleareas hasta los 60 años”.
La secretaria general del PSOE de Burgos recuerda que la planta burgalesa cesó definitivamente su actividad hace tres años, a petición de las compañías eléctricas propietarias de la instalación por motivos económicos, para después pedir la renovación de su explotación hasta 2031 en junio de 2014. “Sin embargo, siguen sin implementar las medidas que el CSN considera imprescindibles para la recarga de combustible previa a su actividad, ante la permisividad del PP, lo que le ratifica como rehén de las compañías eléctricas”.
Según Peña, la “pasividad” del Partido Popular y la “opacidad” con la que el CSN está tramitando la solicitud del permiso de prolongación de la vida útil de la central “le están costando muy caras a la provincia y, en especial, a las comarcas de las Merindades y de Miranda de Ebro”. Por ello, exige a los populares que abandonen su sumisión a las eléctricas y que trabajen por el desarrollo de oportunidades para los habitantes de la zona de influencia de la planta atómica, con un Plan de Reindustrialización alternativo a la central, que los socialistas volverán a reivindicar.
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