Ganadería de Alcurrucén. Toros muy astifinos, encastados y con magnífica presencia. Todos ellos fueron aplaudidos en el arrastre.
Antonio Barrera: Venía lesionado de San Sebastián. Dejó que le castigasen con fuerza en el caballo, y mal, muy mal, picados. Pero aún así el toro se creció Fue un toro con poca clase, pero muy agresivo. Silencio. En el cuarto de la tarde, fue un toro más llevadero, y tuvo una faena quizás demasiado larga y así no pudo llegar a nada. Silencio.
Sergio Aguilar: En el segundo a Aguilar le parecía que el toro venía bien y pidió a los del caballo que le cuidasen. Pero fue un toro que a poco se defendió, buscando presa, y carne, hasta que la encontró. Primero le pinchó en el muslo, con una cornada de quince centímetros y siguió toreando. Tuvo un derrote, pero Sergio siguió a pesar de todo hasta que le cogió por la barbilla. Todos pensaron en Julio Aparicio. Ovación recogida por la cuadrilla.
Luis Bolivar: En el tercero no estuvo a la altura de las circunstancias pero ligó tres buenos pases y a pesar de poner un buen espadazo, no le pidieron premio. Aviso y silencio. El quinto también fue un toro de clase, pero no supo sacar provecho aunque dio circulares y otras lindezas. Dio una magnífica estocada ganando una oreja. En el sexto fue otra cosa, era un toro inmejorable y el toro no dio a nadie ninguna facilidad, parece que Bolivar tenía ganas pero se quedó en eso y así quedó aún toro para rato. Aviso y vuelta al ruedo.
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