"La matanza" de Los Cucos

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La tradición de la matanza ha vuelto ser la protagonista este domingo en la plaza de La Flora. 

 La Sociedad Gastronómica “Los Cucos” y el Grupo de Danzas María Ángeles Sáiz, volvían a recrear el tradicional rito de la matanza, que como cada año, congrega a cientos de  burgaleses en una de las plazas con más sabor de la ciudad, y más aún, cuando se lleva a cabo el reparto de uno de los productos gastronómicos burgaleses por excelencia, la morcilla. La plaza de La Flora desprendía un aroma peculiar, de los que se van perdiendo, pero que muchos aún guardan en la memoria, el olor matanza y a cerdo chamuscado.

El cerdo, gorrino, chon o marrano, de casi 200 kilos, llegaba ya sacrificado, y era envuelto en llamas para quemarlo y proceder su limpieza. Tras el “chamusqueo” que ha dejado boquiabierto a más de uno, los matarifes se encargaban de abrir en canal, para poder separar las distintas piezas, que como cada año, se llevarán a las Hermanitas de los Pobres. Eso sí, hay que cumplir con la legislación vigente y una veterinaria se encargaba de “dar el visto bueno” al animal y certificar que estaba libre de triquina.

Mientras se trabajaba en el proceso, el Grupo de Danzas de María Ángeles Saíz, amenizaba la mañana con  música y danzas castellanas y los cocineros de “Los Cucos” repartían la morcilla previamente cocida y acompañada por vino de la Ribera del Duero.

Desde las 9 de la mañana, los miembros de la Sociedad Gastronómica se afanan en preparar la fiesta, los más de 200 kilos de morcillas, el pan o el centenar de botellas de vino que reparten en la mañana.  Y es que son más de 2.500 raciones de morcilla y vino las que se ofrecen a los asistentes. Pero el gran protagonista es el cerdo, casi 200 kilos de un animal criado en una graja cercana.

Javier Lacalle participaba en esta fiesta, "un clásico sin el que no se puede entender el invierno". Para Lacalle estas fiestas mantienen viva una tradición de siglos, "que muchos hemos vivido en el mundo rural pero que las nuevas generaciones apenas conocen", por lo que es importante mantenerlas, refiriéndose también al esquileo que se celebra en junio. También agradecía a Los Cucos que durante 33 años vengan celebrando esta fiesta.

La tradición de la matanza, está muy arraigada en los pueblos, donde además de ser una fiesta, representaba una buena parte de la economía familiar en cuanto a la comida, ya que era el sustento de la mayor parte del invierno y del año. La Sociedad Gastronómica “Los Cucos” rememoran esta tradición, de la que este año se celebra la 33ª edición, con gran éxito de público y con la esperanza de que se convierta en Fiesta de Interés Turístico Regional.

La tradición de la matanza ha variado con los tiempos, sobre todo, marcada por las normativas sanitarias que obligan a sacrificar los animales en mataderos. Aunque la de la fiesta ha permanecido, cambiando tan solo la climatología, sobre la que no se puede hacer nada, y el volumen de los pinchos a repartir, que cada año aumentan al ser más los que se acercan a degustar este tradicional manjar.  

En esta celebración, se ha nombrado a la reina de la Sociedad y se ha reconocido la labor de Félix, uno de sus socios fundadores.