Monasterio de Rodilla continúa con actividades en torno a estas fechas. Si el pasado día 12, la música era protagonista con un concierto en la Iglesia de Santa María Magdalena, hoy era un belén viviente especial, porque se mezclaban luces y "sombras".
El acto comenzaba con un pregón en el que Beatriz Núñez recordaba sus vivencias de niña y a los que ya faltan y que en estas fechas tanto se añoran.
E.R.-Unas 25 personas, entre actores, regidores, técnicos de luces y sonido, directores de obra y todos los ayudan a coser trajes o maquillar, "todos hijos del pueblo, hasta el bebé que ha interpretado al Niño Jesús", han participado en el montaje de un singular Belén viviente, en el que los personajes tradicionales de "carne y hueso", se mezclan con otros de sombras chinas. Este particular Belén se ha escenificado en la Iglesia de Santa María Magdalena, en Monasterio de Rodilla. Los ensayos comenzaron hace un par de meses, como explicaba una de sus directoras, Laura Núñez, aunque ha sido un poco más fácil, porque como es el segundo año que se escenifica, " se ha trabajado sobre cosas ya montadas".
La idea surgió continuando con la tradición de un Belén Viviente que se hacía en la localidad, pero "había que darle un aire nuevo", como apuntaba José Antonio Ibeas, alcalde de Monasterio, por lo que se decidió hacerlo dentro de la iglesia. A partir de entonces se comenzó a montar la escenografía adaptada al espacio. Además cada año se introducen escenas nuevas, aunque la idea principal se basa siempre en las sombras chinas y el portal ubicado en el altar mayor. De hecho, ya están en mente las novedades para el próximo año, aunque no las desvelan para mantener la expectación de la próxima edición.
Laura Núñez cuenta con la colaboración de todos los vecinos para continuar con este proyecto, de hecho, "creo que me van a echar del pueblo, aunque como les digo, aunque me echéis no hay problema, porque voy a volver".
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