La secretaria general del PSOE de Burgos, Esther Peña Camarero, anuncia que los procuradores socialistas por esta provincia registrarán varias iniciativas para demandar las “pertinentes responsabilidades” por las inundaciones que ha sufrido el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) a causa de las lluvias de los últimos días.
Para la líder del PSOE burgalés, es “inaudito” que deban suspenderse operaciones porque una construcción puesta en marcha hace solo tres años tenga graves defectos que suponen que una tormenta se traduzca en la paralización de las instalaciones y que los empleados del centro se vean obligados a colocar cubos, sábanas y toallas para evitar “peores consecuencias”.
Peña Camarero recuerda que el HUBU “ya sufre una vergonzosa lista de espera” y que posponer intervenciones porque el centro no está preparado para un temporal “es el colmo y un insulto a la ciudadanía”.
Todo ello completa, en palabras de la socialista, “la historia de un despropósito absoluto: un hospital con un sobrecoste conocido que ya alcanza los 657 millones de euros y que no está preparado para evitar convertirse en una piscina con cada lluvia”. “Por esa cantidad desorbitada que sale del bolsillo de todos los castellanos y leoneses deberíamos esperar, por lo menos, que una tormenta no suponga un caos en su funcionamiento”, critica Peña Camarero.
Esta es, para ella, otra circunstancia que justifica la crítica que lanzó la formación socialista desde el mismo momento en que la Junta, hace una década, anunciara “echando mano del eufemismo ‘modelo mixto’ que, en definitiva, el hospital de Burgos sería privado”.
De esta manera, según la socialista, su formación ha mantenido “un nivel de beligerancia proporcional a la gravedad del problema, nada menos que la privatización de la sanidad pública”.
El PSOE considera que hechos como este apuntalan su argumento: la consecuencia de la concesión de obra pública bajo la que se construyó y explota ahora el HUBU es que la calidad asistencial en la Comunidad “es rehén de este modelo”.
Una decisión, recalca, con un “único culpable, el Partido Popular, que ha preferido regalar nuestra asistencia médica a unas pocas empresas y garantizarles una suculenta rentabilidad aunque, para ello, deba hacer recortes en plantillas sanitarias y se prive de recursos a muchas localidades del medio rural.
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