Más de 2.000 personas se han concentrado a pesar de la lluvia en el Parque Félix Rodríguez de la Fuente.
En el acto se ha leído un manifiesto, en el que se transmite la gratitud de los trabajadores, sus emociones y sus esperanzas.
Bajo el lema “Qué nada ni nadie nos cambie nuestra manera de vivir”, más de 2.000 personas se han concentrado esta mañana a pesar de la lluvia en el Parque Félix Rodríguez de la Fuente. El sitio no se ha elegido al azar, ya que donde ahora se sitúa el parque y unas viviendas aledañas, nació Campofrío en 1952, en pleno corazón del barrio de Capiscol. Su siguiente emplazamiento, la fábrica de la calle La Bureba, la factoría siniestrada.
En la concentración, Sara Delgado, una de las trabajadoras de la planta, ha leído un manifiesto en el que quedaba reflejado el sentir de los trabajadores, como se venían abajo sus proyectos, sueños e ilusiones al mismo tiempo que veían consumirse la fábrica pasto de las llamas y como ese 16 de noviembre se convertía en uno de los días más tristes de sus vidas.
Todos estos sentimientos han dado paso a la esperanza que se va consolidando día a día, y a ver una oportunidad de futuro a la espera de una nueva planta que según ha manifestado Pedro Ballvé, presidente de Campofrío, se construirá en Burgos y será no mejor, sino la mejor planta del mundo.
En el manifiesto se pedía tener en mente tres palabras: esperanza, unión y apoyo.
Esperanza en el futuro, “un camino largo y que no estará exento de dificultades pero el resultado final lo merece”.
Unión, para que “Campofrío y sus trabajadores puedan resurgir de sus cenizas gracias al apoyo y colaboración de todos y cada uno de nosotros, de ahí que sea fundamental ser y actuar como uno sólo”.
Y apoyo, dando las “gracias a las Administraciones Públicas, Instituciones, Organismos Oficiales, medio s de comunicación, empresas y compañeros de otros centros del grupo que, desde el minuto uno han colaborado y se han solidarizado con los trabajadores y sus familias. Gracias a Burgos y a todos los burgaleses, que han sabido estar a la altura de las circunstancias.
También daban las gracias a Pedro Ballvé, presidente del grupo, por demostrar día a día su total y absoluta dedicación a Campofrío, “la que ha sido nuestra segunda casa durante tantos años”.
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