O Morgan bendecido.
Bendito Morgan, porque tras muchos años, sigue siendo mi sueño de cuatro ruedas, a pesar de ser uno de los coches más incómodos y poco prácticos, y del que sólo he podido tener fotos, porque supongo que será siendo mi sueño inalcanzable.
Morgan bendecido, porque estos que se ven en la foto y que están aparcados en el Paseo de la Sierra de Atapuerca bien podían haber sido bendecidos por Santa Teresa en su paso procesional de esta tarde por este paseo.
Bendecidos o benditos, a mi me da igual, el Morgan seguirá siendo ese coche que sueñas y que sabes que nunca tendrás, al menos en escala 1:1. Por cierto, puestos a soñar, en verde oliva, capota recogida y correa de cuero en el motor.
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