Hemos llegado a la quinta de Ferias. Tarde soporífera por el calor y el aburrimiento. Tendidos casi lleno, poco faltaba para el lleno completo, demostrando lo que el público de Burgos quiere. Al inicio del paseíllo se entonó por parte de todas las peñas, y alguno más que no son peñas, el "cumple años feliz" ya que como todo el mundo sabe el Cordobés celebra su cumpleaños. Esto parecía un preámbulo para pensar que la corrida de hoy podía ser, no solo interesante, sino que además entretenida. No se han cumplido estos augurios.
Presidía la corrida D. Gonzalo Soto.
La ganadería "Los Recitales", muy querida por un amplio sector de Burgos y que preconizaba un buen encierro, no ha sido así, ha sido decepcionante a lo largo y a lo ancho de la tarde, insisto que se han adquirido toros de rebajas, o adquiriendo esos lotes tan de moda, cada dos o tres toros regalaban al menos dos. Todos ellos lamentablemente sin ninguna fuerza y a mi parecer faltos de raza. Un día más, decepción.
El primero tenía un peso de 460 kg., que menos mal que embistió, al igual que el cuarto con 465 kg. El segundo, con 510 kg., fue un toro que a pesar de que El Cordobés le cortara una oreja, no dejó de ser un toro que nada de nada, lo único que hacía es no embestir. Los otros tres, es decir el tercero, con 455 kg., el quinto, con 515 kg., que de salida se dio en un burladero y se rompio el morro, y el sexto con 440 kg., son los únicos que pudieron moverse un poco más, pero muy poco, no se vayan a pensar ustedes que eran una delicia. Otra tarde para el olvido.
En cuanto a los matadores, tenemos que Finito se fue de vacío, aunque bien podía haber sacado algo, por lo menos en su primero, así que como no tenía ganas. Aunque hubiera tenido una delicia de toros nos hubiera dado igual. Así que lógicamente obtuvo en sus dos toros silencio.
El Cordobés, esto es un caso aparte ya que viene a Burgos a celebrar el cumpleaños y muchos le siguen para eso, para felicitarle, si torea o no da igual. No le ha faltado su repertorio de siempre cabezazos al toro, salto de la rana y otras lindezas que el público le exige. Lo bueno que tiene es que en Burgos siempre sale a dar todo. Su primero fue un toro que no embestía, pero eso lo arregla embistiendo él. En el último que le corresponde también le hace el salto de la rana, cabezazos, etc. y lo mejor es que a los dos les mató a la primera. En su vuelta al ruedo con las orejas en la mano recibió unos peluches pañoletas y otras cosas que demostraba lo que se le quiere en Burgos.
Entre toro tercero y toro cuarto, de la merienda, le llevaron una tarta para el cumpleaños y sacar las fotografías de rigor invitando a sus dos compañeros de cartel a que se unieran al festejo.
Rivera Ordoñez, que empieza a llamarse "Paquirri", ha tenido unos pases de medio pelo, es decir no conseguía dar un pase completo, no destacó en nada en ninguno de los dos toros. Se le concedió la primera oreja, pero el presidente con buen criterio no concedió la segunda, hay que tener en cuenta que lo mató de un bajonazo.
Así los trofeos fueron, Finito silencio y silencio; El Cordobés, oreja y oreja. Rivera Ordoñez, "Paquirri", oreja y petición. Algunos dirán ¡menudo corridón!
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