El ejercicio ha comenzado esta mañana sobre las 9 y ha finalizado a las 13 horas con la participación de todo el personal de la planta
Se ha comprobado el correcto funcionamiento de los medios y organizaciones disponibles
La Central Nuclear de Santa María de Garoña ha realizado, durante la mañana de hoy, el ejercicio anual de emergencia interior que ha supuesto la representación de una serie de sucesos en el exterior e interior de la planta que han finalizado con una situación de emergencia en la instalación. Como el año pasado, el ejercicio se ha desarrollado con la central parada. La simulación se ha iniciado sobre las nueve de esta mañana con un seísmo en la zona que ha provocado la pérdida de energía eléctrica externa y daños estructurales en la piscina de almacenamiento de combustible gastado. También han dejado de estar operativos el sistema eléctrico interno de emergencia y el equipo diésel contra incendios. Durante el ejercicio se ha simulado además la evacuación del personal de sala de control y del que dirige y asesora en una situación de emergencia al centro alternativo de emergencias. Esta nueva instalación es una de las mejoras implantadas en todas las centrales nucleares después de los sucesos acontecidos en Fukushima. En este escenario se han perdido las características de diseño de la piscina que aseguran la refrigeración del combustible gastado y que han ocasionado un aumento de los niveles de radiación en el interior del edificio del reactor. La situación ha provocado la declaración de alerta de emergencia en el interior de la instalación y la puesta en marcha de los procedimientos y sistemas alternativos para enfriar la piscina. Además de la organización y equipos de Nuclenor, preparados para posibles emergencias, desde el primer momento también se activó la Sala de Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (SALEM), así como el Centro de Coordinación Operativa de la Subdelegación del Gobierno (CECOP), contemplado en el Plan de Emergencia Nuclear de Burgos (PENBU). Una vez resueltos favorablemente los escenarios planteados, el simulacro finalizó alrededor de las 13 horas. Este tipo de ejercicios se realizan periódicamente en las centrales nucleares para comprobar el correcto funcionamiento de toda la organización, la respuesta de la instalación, la disponibilidad de los medios necesarios así como la coordinación con las organizaciones implicadas. El Consejo de Seguridad Nuclear ha seguido y supervisado el simulacro en todo momento.
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