La muestra está compuesta por 128 piezas procedentes de la colección de la Fondazione Musei Civici di Venezia-Museo Fortuny, con pinturas, grabados, fotografías, creaciones escenográficas y diseños de moda de Mariano Fortuny Madrazo
La selección de obras permite acercarse a la personalidad de un creador poliédrico que aspiró a imbricar las distintas artes hasta hacerlas confluir en una experiencia única e irrepetible
La sala de exposiciones de la Casa del Cordón acoge desde hoy y hasta el próximo 24 de agosto la muestra Fortuny. Arte total, que recorre las diferentes facetas creativas de Mariano Fortuny Madrazo, un artista integral que aspiró a imbricar las distintas artes hasta hacerlas confluir en una experiencia única e irrepetible que propiciara la creación de la obra de arte total.
La muestra, comisariada por el coordinador de exposiciones de Cultural Cordón, Javier Del Campo, incluye 128 piezas procedentes de la colección de la Fondazione Musei Civici di Venezia-Museo Fortuny que permiten recorrer la práctica totalidad de los diferentes trabajos y experiencias emprendidas por Mariano Fortuny, desde el diseño hasta la escenografía teatral, de la fotografía a la moda, y, en primer término, la pintura.
Nacido en Granada en 1871, hijo del gran pintor Mariano Fortuny Marsal, nieto de Federico de Madrazo y sobrino de Raimundo de Madrazo, su vida primera transcurrió entre Roma y París hasta asentarse en 1891 en Venecia. Participó con sus innovaciones técnicas en numerosos certámenes y exposiciones internacionales a la par que creaba e innovaba complejas escenografías en los teatros de Bayreuth y La Scala de Milán. Una parte de su obra (la pictórica y la fotográfica) refleja algunas de las corrientes todavía vigentes a comienzos del siglo XX, como el modernismo, el orientalismo y el eclecticismo, pero trufada de una fuerte carga de mediterraneidad presidida por un fuerte colorido y un dibujo claro y expresivo. Las soluciones técnicas que desarrolla en los campos de la moda y la escenografía son absolutamente rompedoras y arriesgadas. Inventa máquinas para plegar telas (el primer sistema de plisados) con las que construye su célebre vestido Delphos, estampa tejidos con un particular ingenio que permite texturas insólitas, o desarrolla la iluminación indirecta (el llamado Sistema Fortuny) que revoluciona tanto el mundo de la decoración como el de la escenografía teatral.
Concepto expositivo. El discurso expositivo, creado en exclusiva por Cultural Cordón para su espacio, parte del teatro, la ópera y el fervor wagneriano entendido como síntesis de las artes, e incorpora el resto de ámbitos creativos (fotografía, iluminación, moda, Venecia...) hasta conformar un todo en el que la pintura actúa como nexo de unión. Antes que secciones aisladas, se han trazado caminos que comunican unas pasiones con otras, puesto que todas ellas participan de rasgos comunes.
Junto con una muestra significativa de su extraordinaria obra pictórica, presidida por un fuerte colorido y un dibujo claro y expresivo, Fortuny. Arte total cuenta con grabados y con un muy interesante apéndice conformado por un grupo de obras de su padre, el gran pintor Mariano Fortuny Marsal.
Se exhibe además una muestra representativa de los numerosos y fecundos diseños de tejidos y moda que el artista concibió a lo largo de su vida, incluyendo su célebre vestido Delphos, un concepto estético más que una prenda, un elemento que permitió responder a la necesidad de movimiento, de ligereza y de liberación que reclamaban las mujeres en aquellos nuevos tiempos.
También se dedica un ámbito al teatro, en el que, junto con dibujos, fotografías y documentos, se pasarán dos proyecciones y se exhibe una pieza estelar, la maqueta original que Fortuny empleó para mostrar el funcionamiento de una de sus más aclamadas invenciones: la iluminación cambiante en el escenario.
Fortuny también fue un gran fotógrafo, y así lo acredita esta exposición, con una selección de imágenes que permite, por un lado, ofrecer un abundante material de esta faceta artística, y por otro introduce algo que no puede faltar en una muestra dedicada a él: Venecia, ciudad tan íntimamente ligada a su biografía.
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