El alcalde de Burgos, acompañado del director de proyectos y contratación de ACUAGES, Jerónimo Moreno y la presidenta de Aguas de Burgos, Carolina Blasco ha visitado el comienzo de las obras de mejora y rehabilitación de la EDAR, Estación Depuradora de Aguas Residuales de Burgos.
Las obras que acaban de empezar suponen una inversión de 16,7 millones de euros financiados entre Ministerio y Ayuntamiento y que se centran principalmente en dotar a la EDAR de una zona de pretratamiento y edificio de desodorización que permitirá la eliminación de olores que afecten a los vecinos de Villalonquejar, como explicaba Jerónimo Moreno. Esta parte de la infraestructura supondrá una inversión de 4 millones.
Lacalle recordaba que se inicia la segunda fase de esta ampliación y mejora de la actual EDAR a la que van destinados estos 16 millones
El tratamiento de los fangos y la rehabilitación de los digestores y otras obras menores, que son las actuaciones que se están realizando actualmente, van a contribuir a mejorar la eficiencia de la depuradora e incrementar todo el proceso de tratamiento de los residuos, que pasarán de 110.000 metros cúbicos al día a unos 150.000 metros cúbicos al día. Lacalle recalcaba que tan importante en la ampliación de la EDAR como estas mejoras que permitirán completar una depuradora útil para las próximas décadas y que permitían el desarrollo de la ciudad, ya que al tratamiento de los residuos urbanos, se suma la depuración de los residuos industriales, lo que permitirá la instalación de nuevas empresas y la creación de empleo.
Otra de las infraestructuras relacionadas con el agua pendientes de construcción son los depósitos de Cortes. Javier Lacalle recordaba que ha terminado el plazo para la contratación del proyecto y han sido 8 las ofertas presentadas. Será ACUAES la encargada de adjudicar el proyecto, que tendrá un plazo de 3 meses para su redacción y poder comenzar con su construcción. Los depósitos cuentan con un presupuesto de 32 millones de euros.
Jerónimo Moreno, el director de Proyectos y Contratación de la Sociedad Estatal de las Cuencas de España, ACUAES, recordaba que se ha ejecutado el 20% de la obra civil y se han invertido 3 millones de euros. Además, recordaba la importancia de importancia de este punto de la depuradora, “punto neurálgico” en el que entran los colectores a la depuradora, en el que se hace el primer pretratamiento. Este punto, al que más importancia se ha dado dentro de la depuradora, impedirá que los olores afecten a los vecinos de Villalonquejar, ya que estará todo desodorizado en un edificio que recogerá los vertidos tanto urbanos como de la industria. Las aguas pretratadas se llevarán mediante bombeos a la nueva zona que se está construyendo en la depuradora. Esta zona estará concluida y en pruebas a final de año para pasar a la tercera fase, que es el tratamiento de fangos, que se iniciará este año y será lo que concluya las obras en diciembre de 2015, para cumplir con los plazos impuestos para recibir los fondos de la Unión Europea. En las obras trabajan entre 150 y 200 personas.
Los proyectos de la EDAR de Burgos se iniciaron en el año 1979, entrando en funcionamiento al introducir el primer metro cúbico de agua en febrero de 1984.
Se realizó una ampliación de primer orden en el año 1991.
Durante toda su existencia se han realizado actuaciones de mejora y renovación de equipos, pero la actual obra supone la segunda gran ampliación de la EDAR de Burgos.
Este proyecto contempla, además de la ampliación y construcción de tratamientos al otro margen del río, la reforma muy profunda de la parte vieja.
Esta reforma pretende los siguientes objetivos: ampliar la capacidad de tratamiento en aquellos elementos que no se trasladan al otro lado del río; modernizar por cambio de tecnologías en algunos otros y en todos al menos una renovación de los equipos preexistentes.
Reformar y renovar mientras se mantiene la infraestructura en servicio es de una complejidad muy alta. La planta no admite paradas continuadas, a lo sumo pequeñas desconexiones de algún elemento. Y por supuesto no es admisible la falta de tratamiento de ninguno de los metros cúbicos de agua residual que llegan a la planta. Por tanto la complejidad de las actuaciones y construcciones en esta parte es muy superior a las actuaciones a realizar en la zona nueva del otro lado del río.
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