“¿Qué quieres ser de mayor? Yo, bombero”. Esta era y es, con permiso de los “mesis o ronaldos”, una contestación habitual en los más pequeños, que veían en el Cuerpo de Bomberos una forma de vida, supongo que con cierto grado de emoción.
Pero es cierto que el relevo generacional parece que está a salvo, y nunca mejor dicho, porque los más pequeños siguen el ejemplo de los mayores al menos en carnaval. Los trajes eran perfectos y los portaban con un estilazo que “para qué”. Está claro que está en los genes.
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