La Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria desarrolla, a lo largo del verano, una intensa actividad de control e inspección de las instalaciones comunitarias para uso lúdico del agua, al objeto de minimizar los posibles riesgos para la salud de los usuarios de las piscinas públicas de la Comunidad
La Junta de Castilla y León, de cara al inicio de la temporada estival en las piscinas públicas de la región que se producirá en los próximos días, ha puesto en marcha la campaña anual de control de estas instalaciones, en lo referido a la vigilancia de sus aguas de baño.
La posible transmisión de enfermedades infecto-contagiosas que pueden presentarse en instalaciones comunitarias para el uso lúdico del agua hace necesaria la adecuada vigilancia de estas piscinas públicas y de su dotación material, de las prácticas de manejo y, sobre todo, de la necesaria desinfección que impida una proliferación de los gérmenes ligados, principalmente, a procesos gastro-entéricos y oculo-dérmicos.
La categoría de piscinas públicas ha de ser entendida en un sentido amplio, de manera que incluye no sólo a las instalaciones que son gestionadas por ayuntamientos y por otras administraciones, sino también a las que no tienen un carácter privado en sentido estricto y pertenecen a asociaciones, clubes, comunidades de vecinos, etc.
En Castilla y León y según los datos de 2009 había 805 piscinas de uso público, de las cuales 553 son municipales y 252 de titularidad privada.
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