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 Lo más importante es prever las intoxicaciones por lo que es necesario realizar las revisiones periódicas de los aparatos y no taponar las rejillas y respiraderos de ventilación

Los casos de intoxicación por monóxido de carbono se concentran principalmente en los meses de octubre a marzo, en épocas de frío puesto que es cuando se encienden más aparatos de calefacción. En el Servicio de Emergencias de Castilla y León 112 se han atendido desde octubre 35 incidentes por intoxicación de CO, en los que 66 personas han resultado afectadas, dos de ellas fallecieron en el lugar.

Por provincias, en Ávila se ha registrado 4 casos de intoxicación con 8 afectados; en Burgos ha habido 5 casos en domicilios con 8 afectados; en la provincia de León han sido 5 casos de intoxicación con 8 afectados, uno de ellos fallecido; ha habido 2 casos con 3 afectados en Palencia, y 5 casos con 8 afectados en Salamanca; en Segovia se han registrado 2 casos de intoxicación con 6 afectados, uno de ellos fallecido; en la provincia de Soria han sido 3 los casos en domicilios con 9 afectados; 4 han sido las intoxicaciones en Valladolid con 10 afectados y en Zamora 4 con 6 afectados.

¿Qué es el monóxido de carbono?

El monóxido de carbono (CO) es un gas tóxico que se caracteriza porque es inodoro, incoloro e insípido por lo que no podemos detectarlo con los sentidos. Cuando se produce una combustión, se produce este gas que puede resultar peligroso en espacios cerrados donde hay déficit de oxígeno y puede producirse una intoxicación por su inhalación.
La causa más frecuente de las intoxicaciones es la mala combustión de calderas, calentadores de agua, braseros o estufas de carbón, leña, gas, etc.; además de los escapes de gas y el humo de un incendio o de chimeneas obstruidas.

Lo más importante es prevenir este problema y para ello:

  • Hay que asegurarse de que todos los equipos de calefacción estén instalados correctamente y realizar las revisiones periódicas por parte de un profesional cualificado.
  • Cuando los aparatos estén en funcionamiento verifique que la llama que emiten sea del color adecuado.
  • Es importante que todos los aparatos se encuentren en lugares correctamente ventilados y nunca taponar las rejillas y respiraderos de las distintas estancias de la casa, algo que se hace con frecuencia por ejemplo los días que hay mucho viento, lo que propicia la falta de oxígeno necesario para una correcta combustión.
  • No se debe cubrir la parte inferior de los hornos de gas pues se bloquea la circulación de aire y se provoca una combustión incompleta que derivaría en cantidades excesivas de CO.
  • Es peligroso utilizar equipos portátiles como hornillos, barbacoas, etc. que queman combustible dentro de espacios cerrados.
  • Se deben revisar las chimeneas y conductos de ventilación antes de comenzar la temporada de frío y después de los episodios de nevadas.
  • Los aparatos de calefacción que funcionan con electricidad suponen un riesgo en cuanto a que podrían provocar un incendio, por lo que se recomienda no tener cerca cortinas, ropa de cama, alfombras, etc. y no dejarlos enchufados sin supervisión.
  • No es conveniente dejar el coche con el motor en marcha dentro de un garaje cerrado.
  • También convendría instalar un detector de este gas en las viviendas.

¿Por qué se produce?

La intoxicación se produce porque al inhalar el CO pasa a la sangre a través de los pulmones y evita que la hemoglobina trasporte el oxígeno. La gravedad de la intoxicación dependerá de la concentración del monóxido y del tiempo que se haya estado expuesto.

En el caso de que se produzca una intoxicación los síntomas más habituales que puede presentar un paciente son mareos, dolor de cabeza, vómitos, calambres e incluso, desvanecimientos súbitos.

Ante el más mínimo indicio de esta situación:

  • Abra todas las puertas y ventanas que sea posible para facilitar la entrada de oxígeno y la desaparición del gas venenoso.
  • Corte el gas y evite toda chispa y focos de calor. No utilice ningún electrodoméstico que pueda generar una chispa, no encienda las luces ni un mechero ni toque los timbres de las puertas, podría dar lugar a una explosión.
  • LLAME AL 1-1-2 y explique la situación con la mayor precisión posible. Recuerde que al otro lado de la línea hay médicos de emergencias que le indicarán cómo actuar hasta la llegada de la asistencia.
  • Colóquese un pañuelo en la boca y la nariz para evitar la intoxicación.
  • En caso de que alguna víctima no respire, practique la reanimación cardiorrespiratoria hasta la llegada de los servicios de emergencia.
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Publicado en: Castilla y León
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