A su juicio, la eliminación de las Juntas Vecinales que prevé la norma es “inconstitucional” / Adelanta que el PSOE de Burgos organizará una ronda de contactos con los alcaldes y concejales de la provincia para acordar una serie de acciones que frene “este grave ataque al municipalismo”
El senador socialista Ander Gil muestra su sorpresa después de que tras la celebración de la Comisión General de comunidades autónomas ayer en la Cámara Alta, el portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, dara por buena la Reforma Local del Gobierno del PP. A juicio del senador, si la reforma permanece como la que ayer apoyaba la Junta, “ésta debiera terminar en el Tribunal Constitucional”.
"He presenciado en la Comisión de comunidades autónomas del Senado cómo el consejero de Presidencia decía que aunque había cosas que no le gustaban, daba su visto bueno a la Reforma Local del PP”, ha lamentado Gil, quien considera que estas declaraciones “suponen un giro de 180 grados en la posición política de la Junta en contra de lo manifestado hasta ahora”.
Ante este cambio de postura, el senador burgalés ha anunciado que el PSOE de Burgos va a realizar una ronda de contactos con los alcaldes y concejales de la provincia con el fin de acordar una serie de acciones que se aprobará en el Comité Provincial que esta formación celebrará este mismo sábado.
Gil ha explicado que “Burgos es la provincia con más municipios de España y que cuenta con 665 pedanías, y son éstos los que peor parados salen de esta reforma”. El senador, que también ha sido teniente de alcalde del Valle de Mena, opina que “cualquiera que sepa algo de cómo funcionan nuestros pueblos, ve que la Ley la ha hecho alguien desde un despacho de la capital, alguien que no ha cruzado la puerta de un Ayuntamiento ni pagar el recibo de la luz".
Gil advierte a los alcaldes y alcaldesas pedáneos burgaleses de que la eliminación de las Juntas Vecinales que prevé la ley “es inconstitucional”, así como la expropiación de todos sus bienes y derechos, y recalca que en esas pedanías, “el patrimonio es algo muy codiciado”, que la gente de los pueblos ha cuidado y administrado desde hace siglos, superando cambios de régimen y hasta una dictadura, pero que “no sabe ahora si sobrevivirán a la desamortización del siglo XXI al que las quiere someter Rajoy y el PP”.
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