El carril bici en Burgos goza de popularidad entre los usuarios de los dos pedales. Algunos peatones despistados, cruzan o transitan sin darse cuenta por esa calzada roja que transcurre a lo largo de las aceras, que se supone de uso exclusivo de bicis, y que está señalizada a lo largo de todo su recorrido. Bueno, señalizada en todo, todo el recorrido no, o al menos no muy bien, porque en el Paseo de la Sierra de Atapuerca, alguien podía decir que la pintura roja escasea. El carril bici, además de perder su color rojo característico, apenas goza de bandas laterales intermintentes que lo identifiquen , y sólo tiene unos logos con bicis de vez en cuando, por lo que no ha sido ni uno ni dos, los problemas que han surgido con los peatones, que apenas pueden ver si transitan por el paseo de peatones o por un carril bici insuficientemente señalizado.
Un consejo, antes de que ocurra algún percance, gasten un poco de pintura y señalicen con “más intensidad” esta zona, que tarde o temprano tenderemos un disgusto.
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