“Nadie muere mientras se le recuerda”. Con estas palabras, el General de las Fuerzas Pesadas Miguel Alcañiz, rendía homenaje junto con el Alcalde de Burgos en representación de la ciudad, a las 62 víctimas que fallecieron hace diez años en un accidente en Turquía a bordo del Yak-42. Familiares de las veinte víctimas burgalesas asistían a la inauguración oficial del monumento que Cristino Díez ha realizado, “Anomalía Estructural Yak-42” en recuerdo a los fallecidos, “una deuda que la ciudad tenía con estos profesionales que dieron su vida”, hace ahora diez años, cuando volvían de una misión en Afganistán.
Cristino Díez, explicaba que a pesar de la agresividad de la pieza, que puede recordar el accidente, es esperanzadora, algo que representa en la esfera, y mira al futuro, al cielo, como una explosión de energía que ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Además, deja la interpretación al espectador, para que saque sus conclusiones.
En el acto, se ha descubierto una placa en la que figuran los nombres de los fallecidos y se ha colocado una corona de laurel como homenaje.
Cientos de burgaleses han acompañado a los familiares y autoridades en el acto, congregándose en la rotonda en la que a partir de ahora, se podrá contemplar este recuerdo de la ciudad de Burgos a los fallecidos.
Autor:
