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Autocid pudo anoche, con el apoyo de su público, tomar ventaja en la segunda eliminatoria de los play off de ascenso a categoría ACB tras un partido emocionante, vibrante y a ratos con un juego preciosista por parte de ambas escuadras. El encuentro fue un toma y daca en el que ninguno de los equipos pudo hacer valer sus rachas anotadoras de manera decisiva, justo hasta el final, cuando un vendaval de juego de los de Burgos sentenció al combativo equipo melillense.
Salieron los dos conjuntos un tanto titubeantes, si bien empezaron mejor los visitantes en el primer cuarto, donde tomaron tres de ventaja (16 a 19). Fue entonces cuando los burgaleses Lorant y Castro empezaron a hacer de las suyas, marcando fácilmente los tiros de media y larga distancia. Autocid movía rápido la bola bajo la dirección de Hernandez primero y de Albano y Corrales después. Todo ello apoyado con el poderío bajo tablero de Anagonye (máximo reboteador de autocid con 8 capturas). Así, los de Casadevall pudieron irse al descanso con seis de ventaja (41-35).
Tras la reanudación, los aficionados que se acercaron al Plantío (hasta tres cuartos de entrada a pesar de la final de copa por TV), pudieron ver algunos de los momentos más vibrantes y de mejor baloncesto de toda la temporada. Por un lado Melilla no quería irse del partido y apretó durante todo el cuarto con la aportación del pequeño Jorge Giménez (1,82, base listo, rápido y escurridizo), que empezó a volver loca la antes segura defensa azulona. El mexicano se movió como pez en el agua por el perímetro, ganando el fondo, conquistando la zona y distribuyendo magníficas asistencias para sus compañeros, sobre todo para Navajas (15 puntos) y Robinson (14). El resultado es que la ventaja para Burgos sólo era de un punto al final del tercero (56-55), y aún se pusieron peor las cosas al principio del último, cuando tras una serie de tiros fallados pareció que pudiera irse el encuentro para los locales. Melilla logró en los primeros minutos del último asalto su máxima ventaja (56-61), que aunque en baloncesto no es definitiva, ayer pudo parecerlo porque Autocid estuvo fundido en esos momentos. Sin embargo el milagro se produjo y el muerto se levantó, aupado por su público. Lorant puso las tablas a 65 con un triple salvador, y a continuación fue Castro quien engancho otro tiro de tres puntos para levantar a todo el polideportivo. A falta de 3:00 Autocid ganaba de cuatro, pero Melilla no quiso entregar la cuchara y fue capaz de colocarse a 1 (76-75) a falta de 1:14. Entonces fueron los detalles los que decantaron la balanza: Castro recuperó un balón en el momento crucial y los defensores se vieron obligados a hacerle falta. El burgalesista anotó los dos tiros y dio tres de ventaja a Autocid(78-75), con lo que obligaba a Melilla a jugarse un triple a falta de 20 segundos, aunque incomprensiblemente quisieran resolver la situación con entrada a canasta. El caso es que Melilla falló ahí, Hernández recuperó la bola y tras recibir falta de tiros no hubo más historia en la cancha burgalesa. Al final Autocid se llevó el gato al agua porque fue capaz de llevar el marcador a un tanteo largo, y también porque en los momentos más difíciles tiene jugadores que están en un gran momento de forma y pueden resolver. Ayer todo el conjunto brilló a gran altura, ofreciendo grandes momentos de baloncesto. Si son capaces de continuar esta senda en el próximo encuentro, a buen seguro que tienen el pase para la final en el bolsillo. Pero no nos fiemos, porque delante hay un equipo, Melilla, que demostró anoche que no son los del segundo partido, sino un equipo combativo, con grandes individualidades y mucho talento.
Autor: igor astorga
