Si hacemos caso al refranero popular, “No hay mal que cien años dure”, y ya se sabe que “abril, aguas mil” porque “marzo ventoso y abril lluvioso sacan a mayo florido y hermoso”. Con toda esta sabiduría, estamos tranquilos y sabemos que todo volverá a su cauce, como el Arlanzón, que poco a poco va bajando su nivel. El medidor que se encuentra en el puente de San Pablo nos da una imagen esperanzadora, más que para nosotros, para los que viven “río abajo”, en la cuenca baja del Arlanza, el Arlanzón, el Úrbel o el Odra, que cada vez que se anuncia época de lluvias, rezan para que no vuelvan a salirse de su cauce e inunden todo lo que se encuentra en su recorrido.
De la imagen de la anterior ventana a la que hoy les mostramos, el río ha bajado más de medio metro , baja menos turbio y se va normalizando, como parece que se normaliza el tiempo, porque la primavera parece que comienza y ya se sabe, “La primavera, la sangre altera”.
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