Alcaldes y secretarios de la provincia han participado en una nueva jornada de trabajo organizada por la Diputación de Burgos dentro del proceso de asesoramiento a municipios que realiza la Institución Provincial. En esta ocasión, la Ley 16/2012 de 27 de diciembre, por la que se adoptan diversas medidas tributarias dirigidas a la consolidación de las finanzas públicas y al impulso de la actividad económica, contiene novedades importantes que afectan a los tributos locales, entre ellas, cabe destacar por su repercusión para la tesorería de las entidades locales, la referida al establecimiento de un nuevo sistema de actualización de los valores catastrales de los bienes urbanos del municipio, mediante la aplicación de un nuevo tipo de coeficientes que se aprobaran por la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Este nuevo sistema se aplicará en el ejercicio 2014 en aquellos ayuntamientos que expresamente decidan acogerse al mismo, aunque en palabras de Cesar Rico, será recomendable que los Ayuntamientos se acojan a esos coeficientes por ser “más sencillo, más cómodo y posiblemente más eficaz” además de no tener una repercusión muy importante en los contribuyentes.
Rico explicaba que se va a producir una modificación en cuanto a la gestión tributaria del IBI el actual Gobierno en el 2011, con el fin de encubrir el déficit público, promulgó un Decreto Ley en el que con carácter transitorio que establecía un incremento directo del tipo impositivo, es decir, sobre el porcentaje que pagan los propietarios sobre el valor catastral. La vigencia concluye este año, por lo que en 2014 se tendrán que adoptar una serie de medidas, primero de forma voluntaria, para que no se produzca una reducción en la recaudación como consecuencia de ese “no incremento” de los tipos impositivos. Rico seguía explicando que este incremento no es homogéneo y cada ayuntamiento se tendrá que acoger o no a una medida que también ha sido aprobada por el Gobierno y que posibilita que los ayuntamientos se puedan incorporar directamente a la aplicación de un coeficiente sobre el valor catastral de las viviendas, es decir, que sin modificar los tipos impositivos, el valor catastral de los edificios y viviendas se incremente en función de un coeficiente que es distinto para cada uno de los ayuntamientos. Con esta medida, y como apuntaba Cesar Rico, “no se incrementa la presión fiscal, sino que se mantiene a partir del ejercicio 2014”.
Los ayuntamientos que opten por esta medida, tendrán que adoptar un acuerdo antes del 1 de marzo, para acogerse a ese incremento directo del coeficiente. En el caso de que no se acojan a este incremento directo, se incrementarían los tipos impositivos a través de las ordenanzas fiscales correspondientes. Si los ayuntamientos no adoptaran alguna de estas dos medidas, estarían perdiendo recaudación.
Dada la complejidad del asunto, Cesar Rico explicaba que se ha contado con la colaboración en esta jornada de Santiago Cano Martínez, Gerente Territorial del Catrasto de Burgos y de Javier Gabeiras Vérez, Jefe del Servicio de Gestión Tributaria y Recaudación de la Diputación Provincial de Burgos
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