Ver noticia


 Desde hoy y hasta enero de 2013, Caja de Burgos ofrece en Cultural Cordón una muestra de la obra y la vida del gran grabador alemán a través de 113 piezas que recorren su su trayectoria artística e intelectual

La exposición se completa con una serie de proyecciones audiovisuales de obras reproducidas a partir de originales y diversos talleres educativos
La sala de exposiciones de la Casa del Cordón acoge desde hoy y hasta el 8 de enero del próximo año una visión muy completa de la obra de uno de los más grandes artistas del Renacimiento universal: el alemán Alberto Durero (1471-1528).
Las 113 obras de que consta Durero permiten un completo recorrido por la biografía y la experiencia creativa e intelectual de un artista que cubrió el viaje del gótico al Renacimiento, de la destreza artesanal de la Edad Media a la conquista de la forma y la belleza de la Edad Moderna, con tal anhelo de perfección que llegó a convertirse en uno de los mejores catalizadores del saber antiguo rescatado por los renacentistas, un legado que supo transformar, enriquecer y divulgar como pocos en aquella época fascinante.
Las obras pertenecen a la colección privada de Elisa Moretti, Elisabetta dal Bosco y Paolo dal Bosco, con el asesoramiento de Camù. Centri d’arte e musei (Cagliari, Cerdeña) y suponen un porcentaje muy alto con respecto a la totalidad de los grabados realizados por Durero. Todas ellas contemporáneas al artista y realizadas con sus planchas originales, abarcan desde los primeros grabados de su taller de Núremberg hasta sus grandes creaciones, como el Carro triunfal o los ciclos de La Pasión, y recogen las principales series, los más importantes temas y la totalidad de las técnicas que el artista empleó. 
El planteamiento, el discurso expositivo, los textos de sala y todos y cada uno de los materiales utilizados en la exposición han sido creados y producidos en exclusiva por el equipo de Cultural Cordón. Con el fin de aportar una visión más completa del trabajo de Durero se han realizado una serie de proyecciones audiovisuales de obras, reproducidas a partir de originales pertenecientes a una colección bibliográfica privada, lo que permite ofrecer una visión casi completa de la creación del gran artista de Núremberg a partir de su disciplina predilecta: el grabado.
Y es que Durero hizo del grabado un arte mayor, lo convirtió en un soporte autónomo por cuya fuerza expresiva y capacidad de seducción no permite ser comparado con ninguna otra de las artes. En el grabado Durero vuelca el resultado de su continua investigación artística y de su constante preocupación estética, y difunde a través de la imagen, en un un momento en el que la imprenta era todavía una invención reciente, sus grandes preocupaciones espirituales del artista (en particular la angustia ante la crisis moral de su tiempo, que cristalizará con la Reforma de Lutero). 
Durero toma contacto en los procedimientos del grabado en su ciudad natal, Núremberg. En sus sucesivos viajes a Italia, sus estudios sobre la perspectiva y la nueva concepción del cuerpo humano revelada por el Renacimiento italiano, y su contacto con destacados humanistas, le procuran un fértil equipaje intelectual y artístico. Instalado en Núremberg en su propio taller de grabado, esos conocimientos se decantan en la ilustración del Apocalipsis en 1498, con la que consigue una fama desconocida antes por ningún otro artista y que le llevaría, ya en 1512, a ser nombrado pintor de corte por el emperador Maximiliano I. 
Convertido en una celebridad, no abandona Durero su producción artística (marcada por una profunda espiritualidad y en la que pueden citarse, entre otras muchas, el Carro triunfal, El caballero, la muerte y el diablo y Melancolía I, la cima de su obra gráfica) ni sus estudios teóricos, que frucitificarán al final de su vida con la publicación de obras como Tratado de la medida y los Cuatro libros sobre la proporción humana. 

DURERO, EN SEIS CAPÍTULOS

v El primer Durero
Se recogen aquí los grabados anteriores a 1500. Una vez concluida su formación y después de realizar sus dos primeros viajes (el segundo de los cuales le llevaría a Italia), pone en marcha su propio taller en 1495 en Núremberg, su ciudad natal. A partir de este momento emplea su conocido monograma “AD”. En 1498 la ilustración del Apocalipsis supone un gran éxito editorial que le otorgó una fama sin precedentes para ningún otro artista.
En la exposición sobresale la xilografía titulada La Sagrada Familia con tres liebres (1496), el bellísimo buril La virgen con el mono (1498), el tema mitológico de la Lucha entre Hércules y Caco (1496) y la curiosa obra titulada El cerdo monstruoso. 

v La maestría técnica
El encuentro en el año 1500 con el grabador Jacopo de Barbari, autor de un método de medida de la figura humana, anima a Durero a profundizar en sus investigaciones sobre la proporción. El dominio de la perspectiva es absoluto y la autoridad con que maneja las diferentes técnicas de grabado parece insuperable. Grabados como Escudo de armas con calavera (1503) o El caballo grande (1505) dan fe de la maestría alcanzada tanto en el empleo de arriesgados puntos de vista como en el manejo del buril y la plancha de cobre. Razón aparte merece La natividad (1504), una auténtica lección de historia del arte donde parece converger lo mejor del renacimiento del sur de Europa con la tradición nórdica de lo concreto y el pormenor.

v La Melancolía y la búsqueda de la belleza absoluta
En torno a los años 1513-1514 el genio de Durero alcanza su apogeo con una serie de trabajos memorables. El caballero, la muerte y el diablo (1513), Melancolía I (1514)  y La Virgen con el Niño al pie de la muralla (1514) son tres obras con una gran distancia argumental, pero con una enorme proximidad por su calidad y perfección. Si El caballero… simboliza al guerrero de Cristo, armado por la Fe y el espíritu, al que equipara con Erasmo de Rotterdam, Melancolía I deduce, en un complejo contenedor alegórico, el desasosiego del artista creador, hasta erigirse en la biografía espiritual, en el verdadero autorretrato intelectual de Durero.

v Clasicismo y encargos oficiales
Alrededor de 1515 Durero estampa sus primeros aguafuertes, técnica que le permitirá mayor espontaneidad y agilidad y con la que realiza El rapto a lomos del unicornio (1516), un grabado que nos devuelve a uno de los grandes temas del artista, la mitología clásica, y nos acerca a otro de sus argumentos esenciales: el retrato. De entre todos ellos debe destacarse el dedicado a Willibald Pirkheimer, el gran amigo de Durero, poeta, humanista, militar, traductor del griego y el latín y el primero en entender que Durero era, antes que ninguna otra cosa, un intelectual. Él fue quien acercó a Durero al emperador Maximiliano I. El monarca dispuso una renta vitalicia para Durero y le encargó numerosa obra gráfica. Sin duda la de mayor calidad artística es el espectacular Carro triunfal (1518-1522), compuesto por ocho planchas xilográficas destinadas a enaltecer las virtudes y triunfos del gran protector del artista.

v La serie de La vida de la Virgen
La Vida de la Virgen fue realizada entre 1503 y1511. Inicialmente se compuso con diecisiete estampas, a las que Durero añadió tres más antes de finalizar la edición. El conjunto, plenamente renacentista en cuanto a composición y equilibrio clásico, sobresale por su belleza. Algunas de ellas, como Los desposorios de la Virgen, La huida a Egipto o La adoración de los magos, resultan simplemente exquisitas.

v Durero y los ciclos de La Pasión
Los tres libros de La Pasión de Cristo presentes en la exposición son los principales y demuestran hasta qué punto interesaba este tema a Durero. Conocidos universalmente como La Pasión Grande, La Pasión Pequeña (xilográfica) y La Pasión Pequeña (en cobre) en función únicamente de su tamaño, presentan notables diferencias entre sí. La Pasión Grande, iniciada en 1498 y concluida en 1511, contiene grabados muy dispares: mientras los más antiguos reparten por igual el interés de la escena, los más modernos sintetizan las líneas para atraer la mirada del espectador al asunto principal. La Pasión Pequeña xilográfica (1508-1510) desarrolla, a través de treinta y siete grabados, la narración al completo. La Pasión Pequeña en cobre (1507-1513) se editó también como libro, pero no llevó texto, lo que hace pensar que no estaba destinado estrictamente a la devoción.

MUCHO MÁS QUE UNA EXPOSICIÓN

La muestra Durero se completa con un catálogo editado y producido en exclusiva por Caja de Burgos. Además, la muestra ofrece audioguías en soporte multimedia adaptado para personas con discapacidad auditiva. Desde 2008 la Obra Social de Caja de Burgos es pionera en la elaboración de este tipo de material divulgativo. 
Por otro lado, durante todo el tiempo que permanecerá en Burgos esta muestra, Caja de Burgos ofrecerá una serie de talleres educativos para los que además se han editado cuadernos didácticos. 
 
Autor
Publicado en: Burgos
| E-mail | Enlace |

Portada    Burgos    Deportes    Fotos    Pueblos    de Tapas    Entrevistas    Videos    Hemeroteca    Contactar
Copyright 2009 sábado, 18 de mayo de 2024    Declaración de Privacidad  Términos de Uso
 
Web Analytics