San Martín de Ubierna depende de la Junta Administrativa de Ubierna y del municipio de Merindad de Río Ubierna, cuya cabecera está en Sotopalacios.

Se encuentra en la ladera de la sierra que divide el municipio en dos. San Martín recibe las aguas del arroyo de Rucios y constituye un barrio de la vecina Ubierna, que se sitúa apenas a un kilómetro al suroeste. Monteacedo, con 1.036 metros, es la mayor altitud que alcanza el término de San Martín.

-San Martín: último domingo de agosto.

La primera referencia documental que se conoce es de 1103, ya con el nombre de Sancti Martini de Ovirna. Ya en 1587 aparece San Martín como barrio de Ubierna.

-Desfiladero de Rucios: el arroyo de Rucios nace en los páramos de Castrillo de Rucios y desciende a lo largo de dos kilómetros por una estrecha garganta rodeada de paredes rocosas. Al no ser lugar de paso de ninguna vía de comunicación, este espacio ha conservado de la mejor manera sus valores naturales. Diversas aves rapaces y rupícolas encuentran aquí su hábitat ideal. Además, sus paredes verticales lo convierten en un lugar idóneo para la escalada. En total, hay cuarenta vías de grados V a VIII. En la parte inferior del desfiladero hay un conjunto de cuevas en la base de los farallones calizos.

-Ruta ornitológica de Ubierna entre la dehesa y el cañón: Distancia: 12,6 kms. Tiempo: 3h. Con salida y llegada en San Martín de Ubierna, este recorrido permite observar aves como el águila real, el aguilucho pálido y el cenizo, el alimoche, el búho real, el buitre leonado, el avión roquero. La ruta asciende por el Desfiladero de Rucios y baja de nuevo, para dirigirse a continuación a Ubierna y recorrer Monteacedo y la necrópolis de Los Pilones.

-Iglesia de San Martín: edificada en el siglo XVII, tiene una única planta rectangular, con la sacristía y las capillas adosadas en los laterales y la espadaña a los pies, con frontón del siglo XVIII. El pórtico presenta arco de medio punto. El retablo mayor es también del siglo XVIII, mientras que el de San Antón es de la primera mitad del siglo XVII y los de las Ánimas de San Miguel y la Virgen del Rosario (ambos de estilo barroco) datan de la segunda mitad del siglo XVIII.

-Restos prehistóricos: en las Cuevas de San Martín, en la zona más baja del Desfiladero de Rucios se han hallado vestigios que hablan de su ocupación humana en el Paleolítico y la Edad del Bronce. Pero en el término hay numerosos yacimientos de cronología variable (desde el Neolítico hasta la Edad del Hierro, pasando por el Calcolítico y la Edad del Bronce). Los Pilones, El Prado II, La Vega y San Martín son los principales lugares que dan testimonio del pasado más remoto de esta zona.